domingo, 22 de abril de 2012

DIAPOSITIVAS

COLLAGES
















AUDIOMITOS

Juliana Rivas
                                                                      Andres Castillo

HISTORIETAS Y DIBUJOS



Nicolas Gallego
Yedwin Riaño
Camila Cepeda
Andres Castillo
Kevin Murillo
Brahyan steven Lopez
                                                                

yedwin Riaño



Literatura Aborigen

La literatura colombiana, como manifestación de cultura, es mestiza, tropical y diversa. La lucha constante de los legados español, indígena y negro, y la lucha misma en contra de manifestaciones exteriores, producen en Colombia la constante búsqueda por una voz nacional.
Literatura Indígena
La voz indígena, pobladora original de lo que hoy es Colombia, es paradójicamente la que menos sobrevive. La violencia de los conquistadores y sus esfuerzos por imponer sus costumbres causaron la pérdida de textos legendarios. Algunos de los textos sobrevivientes:
Leyenda de Yurupary. Narración de origen amazónico, escrita por el indio José Roberto y traducida al italiano por el conde Ermanno Stradelli. Yurupary es un héroe mítico, conocido en Brasil y Colombia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_…

Por no poseer nuestros indígenas un sistema de escritura concretamente establecido que haya conservado con fijeza sus expresiones poéticas o literarias, cabe preguntarse de qué manera o en qué sentido nos podemos referir a la literatura indígena colombiana. Es claro que ni la existencia de una literatura ni la ausencia de ésta suponen la negación de una creación verbal o imaginativa.
Como en otras grandes civilizaciones de la antigüedad, la literatura colombiana fue originalmente oral. Con el fin de apreciarla, debemos recurrir a textos tradicionales que fueron fijados cuando se estableció la costumbre europea de poner por escrito, las narraciones orales.
Descartando por tanto, la pretendida necesidad de encontrar documentos escritos para poder hablar de literatura indígena colombiana, la tradición oral se nos presenta como la principal fuente que puede ser utilizada para la construcción del pasado, en especial de la palabra viva.
Las culturas sin escritura tienen una memoria sólidamente desarrollada y transmiten sus tradiciones en una forma oral fuertemente encadenada por fórmulas, donde se plasma la necesidad de crear un espacio a la fantasía e imaginación del narrador, a su deseo de ofrecer un testimonio, de satisfacer el deseo de sensación de toda la colectividad y de acrecentar el placer que él mismo siente en su relato, persiguiendo un objetivo estético, ético y didáctico.

La palabra surge alternativamente con una idea del mundo, donde sólo es posible expresarla colectivamente en el rito, en el mito, en el baile, en la fiesta y el drama; ella actúa protegiendo y estabilizando a toda una colectividad y al individuo.
El relato mítico, el poema, el drama, no son creados como textos literarios en sí; la palabra viva, cumple una función fundamental y creadora, poderosa y espontánea. Emerge ante todo, y llena de poesía, frente a una serie de ámbitos como la vivencia trágica y dinámica, contradictoria y radical de la realidad, la fusión de la musicalidad y el ritmo de la naturaleza con la palabra, las relaciones del individuo con el grupo y de éste con su realidad material, en suma, por la fantasía y emoción que encierra su discurso y que convive con su realidad social, la cual maneja ampliamente su conocimiento, su pensamiento y su práctica social.

La palabra viva se mantiene como condición regeneradora, a través de la tradición oral. Hasta el presente, el relato mítico ha tenido un tratamiento científico y antropológico, en su funcionalidad mitológica. Los mitos indígenas no han sido suficientemente estudiados en su funcionalidad literaria; es decir, teniendo en cuenta los elementos literarios que subyacen en ellos: presencia de un narrador, metáforas, relatos incluidos dentro de la narración.
Existen muchos ejemplos de formalización literaria del relato mítico. Cada uno se caracteriza por el predominio de puntos de vista, estilos e imágenes que expresan modos de ver la realidad característicos del hombre indígena.
En el ámbito latinoamericano, encontramos "Hombres de Maíz" de Miguel Angel Asturias, profundo conocedor de la mitología Maya-Quiché. En la obra, el mito se nos entrega como un ser vivo que cambia y sufre mutaciones de acuerdo con las nuevas condiciones históricas. El maíz como símbolo, representa al hombre que según el Popol-Vuh dio origen a los primeros hombres.
Relatos Míticos de Colombia Aborígen
En Colombia, hay relatos míticos que en la actualidad, todavía son narrados por la tradición oral. Veamos algunos ejemplos de aquellos que tienen una mayor unidad narrativa, tratando de abarcar en lo posible, el mayor número de comunidades indígenas.
Relatos de los indígenas kogui: "La creación" y "Sintana"; relatos de los indígenas Chimila: "La mala mujer", "El hombre que soñó con un caimán"; relatos de los indígenas Sibundoy o kamsá: "Cuento sobre el hombre que hizo la cocha de Sibundoy", "La leyenda del señor tigre"; relatos de los indígenas kunas: "Por qué la luna tiene la cara manchada", "El tigre y el fuego"; relatos de los indígenas Guahibo: "Ibarrua (el caimán)", "El pescado"; relatos de los indígenas Guayabero: "Lamman", "Mitología guayabero", "Kuwoi"; relatos de los indígenas Barasana: "Historia de la luna", "Tigre y yague"; relato de los indígenas Desana: "mito de la creación"; relatos de los indígenas Murui-muinane: "Historia de la creación", "Historia de Llaroca Amena", "Historia de Jirallahuma", "Historia del chontaduro"; relatos de los indígenas Emberá: "Jeropotowarra", "Jinupoto"; relatos de los indígenas Chamí: "Jinapotabar", "Borocande" (la casa de la cabeza arrancada), "Karabi".

Junto a los anteriores relatos, existen otros tales como: "Los tres hermanos" de los Guajiros; "El Trueno" de los Paeces; "El Diluvio" de los indios Chocós; "Sobre la creación del mundo" de los Catíos de Antioquia y Chocó; "El trueno Dios" de los Pijaos de Tierradentro; "Pirrarro" de los Puinabes del Inírida; "Chiminigagua: creación del mundo" de los Chibchas. Y el mito de Yurupary.

El Día del Idioma

El Día del Idioma Español es una conmemoración organizada por el Instituto Cervantes para celebrar la importancia del español como lengua internacional, que ya cuenta con más de 450 millones de hispanohablantes en el mundo. El Día del Idioma Español tiene su origen en el año 1926, cuando el escritor valenciano Vicente Clavel Andrés propuso la idea de un día especial para celebrar la literatura. La tradición comenzó en Valencia y se diseminó gradualmente en toda España. En 1964, la celebración fue adoptada por todos los países hispanohablantes.
El 23 de abril se celebra el Día Mundial del Idioma Español en honor al escritor Miguel de Cervantes Saavedra, quien murió el 23 de abril del año 1616 y cuya novela "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" está considerada la obra cumbre de la lengua española. En la misma fecha, pero del calendario juliano, murió William Shakespeare. También murieron en diferentes años, el peruano Inca Garcilaso de la Vega y Vladimir Nabokov (en 1899). En algunos países se conmemora a la vez el Día del Libro.
En julio de 2011 el Instituto fue centro de la polémica cuando censuró la votación del Día E en la que la palabra "república" ya iba en cabeza con 8166 votos. A los pocos minutos de cerrar las votaciones por "problemas técnicos" (durante una semana) suprimieron la lista clasificatoria con los votos de la web, lo que impedía al público comprobar que "república" ya había superado a sus competidoras, como "limón" o "cachivache". El Día E publicaron una lista con las 10 palabras más votadas, en lugar de la tradicional finalista única.1 El Día del Idioma fue institucionalizado en Colombia mediante el decreto 708 del 23 de abril de 1938, durante la administración del Presidente Alfonso López Pumarejo, siendo Ministro de Educación Nacional José Joaquín Castro Martínez.

MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA



Biografia o vida de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616).

Famoso novelista español nacido en Alcalá de Henares, cuarto (segundo varón) de seis hijos de Rodrigo Cervantes Saavedra (cirujano) y de Leonor Cortinas.

Estudió en Valladolid y Salamanca. Entró en la milicia en 1569; en 1571 participó en la Batalla de Lepando donde recibió tres arcabuzazos: dos en el pecho y otro que le destrozó la mano izquierda, por lo que fue apodado "El manco de Lepando".

Fue tomado en rehén, cuando regresaba a España, por Arnaute Mamí durante cinco años y medio.

En 1584 se casa con Catalina de Palacios Salazar, de la que luego se separa.

Fue excomulgado en 1589 por embargar cereales del Cabildo de Sevilla. Luego es encarcelado en 1597 por una deuda creada por la quiebra del baquero Freyre, quien le engañó y huyó.

En 1605 es acusado de asesinato por lo que pasó por una breve prisión y publicó la primera parte de su obra maestra "El Quijote".

Con frecuencia se dice que Shakespeare y Cervantes murieron el mismo día y, en efecto, ambos murieron el 23 de abril de 1616. Solo que entonces Inglaterra se regía por el calendario Juliano y España por el Gregoriano, entre los cuales había una diferencia de 10 días, de manera que, de acuerdo con nuestro calendario, Shakespeare murió en realidad el 3 de mayo.